Se viste la madera...,
de lágrimas se viste
resistiendo los azotes
de heridas eternas...,
cual lágrima sobrevive
respirando aves
perdidas al ocaso
y sin noche desaparecen...,
El árbol yace tallado
en la gran roca
entre los huesos de la humanidad
y allí, cobijan la vida;
dañada por la llave
engendrada en versos
testigos frente a muñecos;
de metal,
sin ojos para ver,
con lenguas de peldaños
y una cabeza rozando el cielo,
y árboles miran desde fuera
como lo habitan los humanos
y ellos en soledad
son habitados por pequeños;
y en la atrocidad de la muerte
son habitados en pequeñas cajas
sintiendo el ardor
de abrigar a un pueblo,
y en la tristeza
abrigar las cenizas...