Elrich

Un dilema por alcanza, un sueño por desenredar

Detrás de todos mis pensamientos, detrás de mis movimientos, detrás de mi descanso,detrás del silencio interior estoy solo. Como solo estoy detrás de esa paz, de la tranquilidad, soy yo el protagonista de esa paz, yo soy el sujeto que vive y experimenta esa sensación de bienestar.

Una vez se llega a esa profunda sensación, hay que seguir manteniéndola en una mente tranquila, totalmente silenciosa Para llegar al centro de nosotros mismos, tenemos que recorrer un camino con diversas fases y estados, pasando por la plenitud y la soledad, tenemos que atravesar todas las capas intermedias hasta llegar a descubrir nuestro auténtico yo fuera de lo normal, y dentro de lo interno.

Alcanzar este nivel de profundidad no es labor de un día, hay que interiorizar en nuestra mente hasta que llege el instante en que se produzca ese gran silencio, un momento en todo el ser, no sólo en un sector de la mente. Cuando todo está silencioso, sin zumbidos, todo tiene un clima especial, parece que todo haya cambiado por unos momentos, como si hubiéramos entrado incluso en otra dimensión. Ese estado no suele durar, es algo muy trascendente y efimero a la vez. En ese estado de gracia, milagro de paz, un momento eterno, desaparecen todos los problemas, desaparece el temor, las dudas, por unos instantes percibimos una paz infinita.

Cada nuevo grado que vayamos adquiriendo en la interminable experiencia del descubrimiento de nuestro interior a través de cualquier técnica de relajación nos quedará grabado en nuestro inconsciente, por tanto debemos ser conscientes de ello y saber que dentro nuestro poseemos el tesoro de nuestro control y siempre, siempre podemos entrar y conectar con nuestra paz interior, mientras desconectamos con el ruidoso espacio de ruidos de nuestro propio mundo.