Es mi corazón el que gime, es mi corazón el que grita
Tú presencia de ayer, tu ausencia de hoy
Breve pasado el tuyo, en un sufrimiento intenso
Tu sangre derramada no fue en vano,
Noble misión la tuya, un sacrificio de amor.
Tu vida entregaste para dejar una luz,
Que penetra la insondable oscuridad del alma,
“Es mejor ser ángel que vivir en este mundo”
Fue tu pensamiento, que dejaste en mi sueño
Gracias por estremecer mis cimientos,
Y mostrarme al desnudo mis valores,
El amor y respeto a la vida inocente,
Sirvan mis lágrimas para limpiar esta profunda herida
Que tu partida nos deja.
R.G
Valencia, Venezuela
Mayo 2012