Aguacero por favor, detén tus gotas
que no me quiero mojar
sabes que tengo las botas rotas
y eso te debiera de importar.
Detén amigo, tu precipitada
derrama tu agua en otro lado,
mira que tengo la ropa planchada
y el paraguas se me ha dañado.
Aguacerito, aguacero
no caigas por favor
que en mi casa seré jardinero
y regaré por ti, el jardín en flor.
Alejandro J. Díaz Valero