Llegó el ansiado momento,
al fin te has desnudado,
lentamente desataste los nudos
para mostrar lo íntimo y profundo,
no es que viera caer el pelo
libre, desgajado, sobre tu espalda
que emula con los torsos de sirenas,
tampoco has deslizado lentamente tu mano
dibujando las depresiones que adornan
tu morfología
antes y después de la cintura,
instigando mí boca a beber primores
en cada colina de tu desnudez,
ni siquiera me has dado la oportunidad
de tragar saliva mientras tu sensualidad
desata mis pasiones.
esta vez has ido lejos
y has mostrado tu alma, libre
sin cadenas, entonces la razón
me ha abandonado,
la fiebre de mi cuerpo
ha crecido minuto a minuto,
hasta que,
presa de la más profunda excitación
escribo este poema,
mientras bebo un café con Coca Cola.
® Del poemario Veinte poemas eróticos y una canción para amar