Mujer triste que abraza la almohada
fingiendo felicidad donde termina la ilusión
Y te vas en medio de tantas gentes
al rincón donde los mártires combaten.
Mujer profeta que llora de dolor ajeno
Y eres candil,estrella en el cementerio
donde la sensatez,la verdad es enterrada
bajo las sabanas de la aurora,del oscurecer.
Mujer extraña que acaricia suspiros
no en vano luchas por las manos temblorosas
de tantos espíritus sin nombres
que persigue el polvo de la tempestad.
Mujer poeta del negro horizonte
cuando te miro en tu vuelo encendido
me parece imposible ver como sangras
mi alma, tan adentro de mí en tí.
Antonia Ceada Acevedo©