Te deslizas entre sombras,
se siente tu presencia en escalofríos,
ruidos extraños y el hedor de azufre,
nada explica tu presencia..
Apareces en la obscuridad
en la placidez de las noches sin luna;
remueves objetos, sin alguna razón
produces miedo e incertidumbre hasta
el más valiente..
Te vuelves enemigo silencioso
destruyendo la razón, desconfiando de lo cuerdo y transformando el entorno
en lugar de miedo y de acoso sin refreno.
Nada te atrapa, huyes de la luz,
tu poderío se manifiesta en el terror
de quien logra ver tu ansia asesina
y de destrucción; eres alma que pena
con instintos de psicópata y destructor.
No hay arma visible para destruir
lo que eres o lo que se manifiesta
sin figura ni aliento; solo imaginación
o juego perverso de un asesino sádico
que vuelve del más allá para saciar
las ansias maquiavelistas que lo corroen.
Ente del averno, símbolo del terror
y la calma de todo aquel que se cruce
en tu viaje etéreo y sin razón