BREVE (I)
Tu boca espera que amanezca
y se vistan de rocío flores nuevas
con olor de sol y sombras largas.
Nace sedienta
con el alba que bautiza un trino,
desde mi nuca viene y se aposenta
en mis labios.
Dulcemente en mi labios (y en mis sueños).
BREVE (II)
Mis palabras huyen con sus alas
de nostalgia
hacia la pétrea ausencia ya sin eco.
Recogen el latido de las flores silvestres
y enarbolan la bandera de un poema.
Mientras se rompe la copa
en mil pedazos
la tarde muere con color de angustia.
Otro vino será
el que no beba
debajo de mis palabras muertas.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.