Con la irreverencia percutiendo
en mi alma,
he de ser irreverente con
el amor,
no hay otra forma de sentirlo,
el amor nunca ha
respetado reglas,
el amor jamás a respetado ni
se ha amilanado en el tiempo,
el amor,
siempre ha existido
donde quiera que levantes tu vista,
en los confines de la
tierra y el universo,
el amor,
por derecho ganado,
se ha establecido sin tregua,
en los corazones de los mortales
portadores de su esencia,
el amor,
es una batalla diaria
de querencias,
es un pozo sin fondo
de deseos,
es un latido perpetuo
de sentimientos,
el amor,
el que se vive y
el que no ha llegado,
el que se llena y
el que te vacía,
el que te extraña y
el que te olvida,
el amor,
una confusión relampagueante,
un rastro en la historia
de la vida,
un verbo difícil de conjugar.
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Carlos Dos Santos Daniel