Cuando ya no las pueda mirar, vendrán las golondrinas, los arboles llenos de flores, el sol despertará los pájaros, habrá gente corriendo para coger el metro, tranvía o autobuses. La vida será igual, ni se notará que ya no vivo.
¿Para donde voy? ¿Quien he sido? ¿Lo que hice aquí, Porque he venido? Porqué yo he tenido un vientre, para ser gente, ¿quien lo hizo? ¿Que fuerza transcendental manda en nosotros? Pienso mucho en esto, me gusta saber como son las cosas, pero también sé que no puedo pasar la raya del humano.
Si mi Madre fuera viva, ¿que diría de mí vivir? Que si supiera, ¿hubiera dejado que viviera? ¿O la de ella fue peor?
¿Y la de mi hija? ¿Y los que vendrán? ¿Porque no somos como las estrellas, que después de apagarse, aun brillan por tanto tiempo?
Preguntas sin contestación, entonces, ¿por qué tanto luchar, sufrir, trabajar, querer y desear, si no llevamos nada de nada con nosotros?
He vivido, al igual que los demás, para ocupar el tiempo, amando, deseando, ilusionada con pequeñas cosas, por veces sintiéndome una vencedora, otras abandonada, feliz por veces, miles de sentimientos, y así pasaran los años.
No me lastimo, lloro por ti, que hiciste parte de mi caminar y no as conseguido sobrevivir como yo a tanto escollo y dolor, lloro por ti que te anulaste y no tuviste coraje para imponer tu voluntad. Lloro porque ya no tengo a los que partirán antes de mi y me hacen falta. Lloro por ti que sin darte cuenta, piensas que vives y no lo haces.
Mismo no sabiendo nada, sé que soy yo e eso es bueno, el que vendrá después seguro que no me afectará. Soy polvo y nada más, volará por la eternidad, que tampoco se lo que es.
Ignorante, si, pero despierta y atenta siempre. Es bueno vivir y sentir, amar desear e ir adelante hasta el ocaso del sol de mi vida.
Oporto, 4 de Mayo de 2012.
Carminha Nieves