Valle de verde silencio
preñado de aguas dispersas
que se elevan resbalando
por tus laderas diversas.
Luz de sol difuminada
por el manto gris que cubre
ese trozo de mi tierra
de vida llena cual ubre.
Colinas plenas de pinos
con las cumbres amansadas
por la tibieza del agua
en la que bailan las hadas.
Quieta calma en la mañana
de translúcida belleza
cuando alabastro es el aire
y te envuelve la grandeza.
Me acogí al embrujo misterioso
que integra las ancestrales presencias
de seres que dejaron sus vivencias
en la savia de aquel valle silencioso.