Con cierto dolor
una mariposa
habló con el creador
muy pesarosa.
Le dijo: ¡Que cosas!
tengo Cáliz y pistilo
y con mi propio estilo
soy muy hermosa
tengo pétalos y estigma,
lo frágil es mi consigna;
siempre he sido primorosa,
entonces ¿Dime señor?
¿Porque no soy una flor?
Orquídea, Jazmín o Rosa
ya tengo hasta el color
Y Dios, le respondió con amor:
¡Porque eres mariposa!
Dios nunca se equivoca,
porque todo queda a su elección,
cuando crea una Mariposa
o cuando crea una Flor.
AUTOR: Alejandro J. Diaz Valero
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Maracaibo, Venezuela