Mirando al cielo,
a Dios he cuestionado, le he preguntado ¿El porqué
permitió que nuestras vidas se cruzaran...si para mí
no serias?
¿Por qué permitió que me enamorara?
¿Por qué permitió que fueras el suplicio de mis noches
aciagas?
¿Acaso sería porque había olvidado lo que es llorar?...
¡Dime Dios por qué!
¿Querías verme llorar?...Pues… ¡mírame!…mira como mi
alma se desquebraja, como me rompo los labios para
su nombre no pronunciar.
Mira mi llanto que ya no es llanto… de tanto que le he
llorado sin llanto me he quedado.
¿Qué acaso no te distes cuenta, que a ese amor mi
alma le entregue?
Dios…no te quedes callado y contéstame…contéstame
que también mi alma también sufre y llora.
¿Acaso mi error fue amarle sin medida?
¿Quererle más que la vida misma?
¡Dios! Dime ¿ese fue mi pecado?
¿Y mi penitencia… su ausencia?...dímelo Dios… ¡dímelo!
¡dímelo!... pues siento...que por su amor mi vida estoy
perdiendo…¡en carne viva me siento morir!
mi corazón está sufriendo, mi alma ya agoniza
¡Dios!... ¡Dios!
¿Qué voy a hacer ahora?
¿Qué voy a hacer con este amor que me asfixia?
Si un día tú en mi camino le pusiste, hoy te pido Dios,
que si para mi ese amor no será… ¡lo arranques de mi
alma, de mi corazón y de mi vida!…que mi vida sin su
amor nada vale.
¡Dios!... ¡Dios!
Te pido que mi plegaria escuches… ¡que de mi
sufrimiento te apiades y conduelas!
Que estoy muriendo sin morir…que vivió sin vivir.
NM de la Rosa