A Rita
Tengo el deseo de dibujarte una azucena que jamás entristezca
y que me viertas un beso que viva aún en la mentira.
Quiero escribirte poemas en mi deseo de tu cintura
para que los leas en el triángulo de mi locura.
Quiero verte por las noches en mis deseos de lobo
y que tu voz regrese con el aroma de las margaritas bajo la lluvia.
Quiero despertarte con el amanecer liberado por el canto de los gallos
para respirar la delicia de tu piel tierna como la madrugada.
Pero algunas veces se requiere más que una mirada para amar
mientras que otras veces se muere en un instante.