Bésame, bésame que quiero sentir
Ese sabor de tus labios carnosos,
Sabor de miel, de néctar sabroso
Que hasta el cielo me hace subir
Tócame, tócame con tus manos de seda
Con la suavidad de tus dedos celosos
Con ese deseo que asoma en tus ojos
Con esa pasión cuyo fuego nos quema
Mírame, mírame con tus ojos preciosos
Aquellos ojos cristalinos, de niña, de inocencia
Que me sumergen en sueños de demencia
En sueños de locura por hallar tus tesoros
Siente, siente como inundo tu cuerpo
Con este inmenso amor que te prodigo
Y que ha madurado como el higo…
Que puedes recoger tranquila en tu huerto
Permite, permite que se desborde el corazón
Que emerjan sentimientos de colores
Que te inunde la alegría, el miedo y las pasiones
Que te ahogue la locura y que pierdas la razón
Porque al ir perdiendo la razón
Al hacer caso omiso a sus consejos
Verás al mundo oculto por tus complejos
Y me hallarás a mí, ¡a tu amado!... a tu amor