Ernes

Tras tu rostro...

La vieja estufa tristemente encendida

tras tu rostro el cantar de los gatos y

el patio poblado de ropa sucia con muñecas rotas.

Se escucha el caer del llanto sordo

abrazado de recuerdos tuyos.

Me miras sin mirarme con tus delgados brazos

descansando timidamente en la fria meza de trastes sucios.

Escribo suaves letras que vuelan como hojas secas

sobre tu dorso moreno y rostro ausente

con tu corazon como un cuchillo penetrando el mio.