Los días pasan lentamente,
mi naranjo tira su fruto
tal vez mi tristeza presiente
sabe de mi sufrimiento.
Quisiera ser indiferente
que su olvido no me importara
pero sus besos son aliciente
para que mi corazón sufra.
Quiero dormir hasta que pase
este dolor que a mi alma acaece,
despertar y que ya no recuerde
sus caricias y amor aparentes.
Quisiera perderme en el océano
hundirme en él y ahogar su amor,
que mi mente se olvide de su nombre
y olvidarlo en brazos de otro hombre.