Que arribo de tu cuerpo, sobre mi cuerpo
sé que te busco
y que me buscas,
nos encontramos entonces
en el silencio de las hojas.
Resbalan mis manos sobre tus pechos
blandos, se erizan sensuales
sobre mis manos;
que arribo de tu cuerpo, sobre mi cuerpo,
que callado momento tuyo
sobre el ruido incesante
de mis brazos,
arrinconas tu mirada
en mi boca
te detienes un soplo
sobre mis labios…
como quien indaga un beso
para robar un segundo
sobre la sombra.