Como agua de dos ríos en un mismo cauce
que corriendo y corriendo nunca llegan al mar.
Dos ríos como brazos que a un cuerpo se abrazan
y aun teniéndolos dentro, a él nunca le pertenecerán
Aunque en su loca carrera se juntan es cierto,
en momentos pareciera que se mezclan, eso no sucederá
porque el agua dulce de río, en su río siempre seguirá
no comprenden que el agua salada corre, y al mar llegará
Así como agua de dos ríos en un mismo cauce
que abrazando y abrazando nunca logran abrazar
más delante tristes se bifurcan; no se volverán a juntar
pero el cauce aunque lo saques, una y otra vez a su lugar volverá
aguas frías que buscando los rayos del sol
se entremezclan necias y aferradas a tu calor
y aunque transcurran por tu mismo cauce sin amor
pasan, son solo corrientes, y al final se separan sin causar dolor
Agua de dos ríos que se unen y te abrazan
parecieran largos brazos que al tocarte se diluyen
frágiles se rompen como sal, como cristal, sin llegar al mar
más abajo desaparecen por que no es su cauce, sino de tu propio río