A veces pienso que el aroma de tus cabellos se pierde tan lejos de aquí, donde apenas me abriga un cigarrillo y un pensamiento y, triste de mi, pienso que el mundo nunca volverá a ser increíblemente joven como lo era entonces y envidio algo a los jóvenes que celebran San Valentines y se regalan peluches y globos de la supuesta forma de un corazón. Pero ahora es diferente, tu tienes tu vida y yo tengo la mía y justo ayer conversaba con una amiga de lo curioso que resulta el amor, pues las personas a pesar de vivir bajo los mismos patrones sociales distan en pequeños caracteres, modos, maneras de aprehender la vida y esas pequeñas cosas son las que uno aprende amar y más tarde a extrañar. Es terrible y grandioso que todas las personas sean distintas, pues no vuelves a encontrar a otra persona que sea completamente igual, pero siempre hay alguien que puede hacerte volver a enamorarte aún cuando te sientas herido de por vida.