La vida duele mientras sucede
mientras nos traga con su incomprensión
mientras hace desaparecer las respuestas
de aquellas preguntas que martillan nuestras cabezas,
el árbol de las excusas esta marchito
ya no hay frutas maduras que morder
en el camino sus hojas secas se hacen bulliciosa alfombra
mientras el ruido despierta nuestros pasos, asusta nuestras sombras.
Seguimos sin entender
aquellas razones que es mejor dejar guardadas en el cofre de lo absurdo
porque es en lo que se a convertido
este trozo de tiempo perfecto que vamos dejando atrás
lo absurdo de la vida, lo absurdo de los sentimientos,
lo absurdo de un amor que en un momento
hiso sentir inferior hasta el universo.
Hoy valen mucho más los momentos de lucha aguerrida
por tratar de magnificar aquel tan bello sentimiento
valen más que aquel sentimiento de odio que por alguna razón
no hemos dejado calar en nuestras almas
ni en nuestros entendimientos.
La tristeza me puede,
deteniendo aquella parte de mi ser
desgastada por tanto haber amado,
la otra parte seguirá su rumbo a un nuevo destino
pero esta vez serán solo un par de huellas
las que vallan quedando en el camino.