ALVARO J. MARQUEZ

POR ESAS CALLES...

"Cuando nos negamos a salir/ de los espacios nos hacemos dueños./ Por eso no sales de mi sentir/ ni abandonas mis sueños".


Extiende tu mano, tal vez me halles

donde quizá ya no pensabas hallarme,

recorre paso por paso aquellas calles

en las que cantamos y tanto reímos.

Las mismas en donde nos conocimos,

donde te amé y empezaste a amarme.

 

Busca con tu mano, yo estaré tal vez

esperándote solo en nuestra esquina,

en el lugar donde yo besaba tus pies,

mientras tú sentada me mirabas y reías,

jamás me cansé de verte todos los días

siempre tan hermosa, siempre divina.

 

Dame tu mano como antes me la dabas

y te dejabas llevar, me dejabas ser tu guía,

canta feliz como en ese entonces cantabas

y ambos hacíamos de la dicha un derroche.

Eras tú sin dudarlo la reina de cada noche

y yo tu enamorado admirador de cada día.

 

Estoy muy seguro de que tu mano me hallará,

sólo avanza y deja que recuerde los caminos,

el propio aire, hasta el olor mismo la orientará

y tantos recuerdos sé que le serán ya infinitos,

cuando feliz recorra todos los lugares benditos

en los cuales se entrelazaron nuestros destinos.

 

Ten confianza y decídete a salir a mi encuentro,

yo te aseguro que si lo haces vas a tener suerte,

de mi paradero te hablará tu mundo por dentro

y si me buscas de una manera insistente, terca,

verás que si en algún momento me tienes cerca

tu corazón te avisará latiendo mucho más fuerte.

 

A tu paso estas calles seguro irán murmurando

porque a pesar del tiempo, fácil te han de conocer,

ellas te vieron reír, correr, ellas te vieron soñando,

fueron testigos ayer y volverán a ser testigos hoy

del amor más limpio que personificado para ti soy,

amor que siempre ha sido y que jamás dejó de ser.

 

Extiende tu mano, yo estoy donde siempre estuve,

en el sitio ése donde se realizaba cualquier anhelo,

donde le veíamos formas extrañas a alguna nube,

el lugar donde sentimos que nos bendecía el Eterno,

alejados de todo lo que nos pareciera un infierno

y sintiéndonos habitantes de un inventado cielo.