Mirarme en tus ojos miedo tenía
temor de quedar atrapado en sus fulgores,
ya que jamás, libre sería.
Al recibir en los mios
la fina transparencia de los tuyos.
El delirio creador de tus sentimientos
a través de sus atisbos
se adueñaron de mi mente.
Quedando tuyo prisionero
toda la eternidad.
Al escuchar tus palabras amorosas
llenas de frenesí,
mis ambiciones seducidas quedaron,
sin poder traducir su lenguaje.
Se clavaron en mis oídos
susurrando tenues aspiraciones,
en un reburujo de esparanzas.
Armado de valor
con mis brazos envolví tu cintura,
dejando gravadas sus huellas en ella.
Colgada en mis pupilas
quedó la forma precisa de tu talle.
Libar quiero
el licor destilado de tus besos,
y perderme en la dulzura enloquecida
de unos labios mordelones.
De tentaciones plenos.
Ya no hay miedo,
revienta el cielo en mil angustias.
espacio insomne donde no se regula el tiempo.
El eco del aire trae tu nombre,
sobre la corriente del río
de las seducciones.
bambam