Hoy al caminar le recordé, mis pies desnudos sobre el césped persiguen a la brisa acalorada, como su piel, su cálida poesía que inunda mis solitarios días.
Dedicado al 25 de Febrero
Él, es mi corrugado silencio,
una arruga en mi frente que parpadea
y se estremece al saberle lejos.
Indiferente suelo a mis sueños.
No hay ilusión de verle doblando la esquina,
o de puntillas buscando por mi retina.
No hay cita para el amor. Solo tinta sin equilibrio,
derrocha lágrimas, son manchas sobre el tintero.
Saber que existe, que vive y respira es ya un regalo,
sesenta y nueve son sus años, un espacio corto.
Un breve solsticio de mis pasos sobre el césped.
Clavel Rojo
Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados.