Veo que cae muy deprisa,
un grano de arena, que marca la vida,
marca lo segundos, llenos de dicha,
cuando tus manos limpian,
de mi rostro, una calida brisa.
Señales mi vida, del tiempo perdido,
sin que tus labios, toquen los míos.
Señales al fin del amor pérfido…
que ha de volver, con nuevos bríos.
Veo pasar por el espejo de cronos,
momentos de soledad sofocada,
que aprisionan, grandes sentimientos,
mi rostro, mi cuerpo/flor marchitada.
Secretos desviste, la mirada cansada,
después de pasar, por el camino dorado.
labrado en senda, talvez caminada,
por cuerpos inertes, que habitan el mundo.
Sacudo mis manos empolvadas,
por falta, de tus caricias reprimidas,
encerradas en la alcoba atiborrada,
por el efímero sueño, jamás concebido.
Aunque transcurra impávido,
sobre mi cuerpo yerto, sin tus besos,
llevare conmigo, el amor vivido.