Hoy no voy a escribirte un poema erótico
me presento ante ti con una docena de rosas
y mirándote dulcemente a los ojos,
me meto en tu alma y te digo, ¡hola preciosa¡
Esa dulce mirada tuya, esa sonrisa picara y traviesa
me hace acercarme hasta tus labios de jugoso anhelo
y sin que me lo proponga de tus labios hago presa
y besos tus labios mientras acaricio tu pelo.
Empiezan mis estremecimientos al tenerte en mi boca
nuestras lenguas ardientes bailan y se mueven
siento endurecer tus pezones como las rocas
y en ese instante, es cuando nada ya me detiene.
Mis manos se mueven por todo tu cuerpo
bajan con mi pasión hasta tus muslos sagrados
recorriendo montañas, planicies y valles
hasta dar con el ardo entre tus muslos apretados.
Mis manos se mueven acarician y consuelan
ese fuego ardiente que arde en tu ser
tus manos me atrapan y con caricias leves
me llevan al éxtasis con tu amor y el placer.
Hoy no iba a escribirte un poema erótico...
pero cual es mi culpa si pensando en ti
me pierdo en tu boca y en tu cuerpo vikinga
donde siempre princesa me haces sucumbir...
Ángel Reyes Burgos
Las rosas se me olvidaron, pero mis besos no...Te amo