La mañana me despierta con destellos de luz entre rejados,
se oye el murmullo de cantos de gaviotas que revolotean sobre mi tejado.
Abro mi ventana de par en par, y respiro
dejando que la brisa marina me perfume con olor de sal.
Levanto mis ojos hasta donde se acaba el horizonte,
e imagino que se unen el agua y el cielo con un dulce beso.
¡Ay! Amor de mar ,que me bañas de calma el corazón,
Sintiendo tu latir de inmenso espesor
de azul intenso
Y fragancia de sal