¡Me hiciste mujer, Señor,
para soportar el dolor de ser madre!
¡Me diste lágrimas Señor, para cuando
mi alma este abatida, las derrame y vuelva a renacer!
¡Me diste pensamiento Señor, no para
humillar, sino para decidir con sabiduría!
¡Me hiciste esposa, no para ser ama y
señora del hogar, sino para ser humilde y consuelo del esposo!
¡Me hiciste mujer, para con bondad y amor,
darles conforte y paz a los hijos!
¡Me hiciste mujer, para ser la razón
y la calma en los días de pesares!
¡Me hiciste mujer para que con el tiempo,
fortaleciera más mi alma y pensamiento!
¡Me diste ternura y fortaleza para ser
guia de esta senda llamada vida y fortalecer mi fe
en ti Señor y bajo tu misericordia ser un ser
lleno de amor .!
¡Me hiciste guerrera para que no
perdiera ninguna batalla y con gran
orgullo resguarde las puertas sagradas
de mi templo!
¡Me hiciste mujer para dar amor y no para odiar!