Después de a Ti amo a la vida
con su destello y fugacidad
aunque la tarde en despedida
oscurece y olvida que forja
un manto de eternidad.
Después de a Ti amo a la vida
que me bautizó de soledad
y en silencios del alma mía
con ancestral hegemonía
me va llegando tu claridad.
Pusiste un poco de alegría
en mis congojas,
un poco de locura
en mi armonía,
equilibrio a mi existencia
y yo, soñador incorregible,
trastocando tu designio
quemé todo: alegría, congoja,
locura, equilibrio, armonía
en profano altar de mi poesía.
Pero me dejaste versar
a la sombra del arcano
misterio del universo
y por eso, en esencia,
son mis versos humanos
solemne tributo
a tu condescendencia.
Después de a Ti amo a la vida,
gracia inmerecida que recibí,
después de a Ti amo a la vida,
no albergues duda, siempre,
siempre con alma desnuda
después de a Ti.