Cuando cierras tus ojos y pareces dormida
como un cielo impasible que atraviesa la cuesta
-no respiro ni hablo para no despertarte
y se acuestan contigo mis ansias de adorarte-
Tú que eres bella
alumbras mi entrecejo cuando tus ojos abres
mirándome un instante –y yo- entrecierro los míos
para nunca olvidar esa luz que brota entre mis poros
que sólo me han dejado esa luz de tus ojos.
¿Qué tienen tus pupilas…? Qué tienen yo lo ignoro
¡me turba tu mirada!...
Me turba la razón
y no encontrando salida –más te amo-
y este amor infinito se prende en tu mirar
repito entonces ¡que eres bella…!
Como el amanecer
porque siento tus besos cuando rozo mis labios
con un dedo de mi mano derecha
mientras la izquierda recuerda tu cintura
…o al asirse de tu brazo atravesando la acera.
Hoy no sopla el viento, el calor ya me abruma,
pero nada de eso importuna
para decirte de nuevo:
que eres bella
desde tu pie descalzo sobre la arena
hasta tu cabeza que reposa en la almohada.