No canto para arrullarte,
ni porque sepa cantar,
que cantar es todo un arte,
igual que saberte amar.
Yo canto pa despertarte,
de ese tu eterno penar.
Aunque debo confesarte,
que anhelo tu despertar.
No canto para gustarte,
ni para hacerte enojar.
Esta es mi forma de hablarte
y es mi forma de pensar.
Que si ayer el paso erraste,
hoy te debes levantar.
Si el camino equivocaste,
vuelve ahora a caminar.
La pisada que plantaste,
se hace inútil recordar.
Lo mejor de ti entregaste,
es de humanos el errar.
Sin saber te lastimaste,
al actuar sin meditar,
suficiente lamentaste,
es momento de sanar.
No canto por molestarte,
ni para hacerte llorar.
Canto para recordarte,
el deber de continuar.
Y entre voces suplicarte,
que te sepas perdonar.
Con cadencia acariciarte,
hasta el punto de olvidar.
Canto para acompañarte
y a tu paso esperanzar.
Por si llegas a asustarte,
el temor de ti alejar.
Yo canto para aliviarte,
desde éste tararear,
el camino suavizarte,
con un rítmico cantar…