No hay nada mas erótico, que ese momento en el que la delicadeza de tus manos corrompe con la rutina, me tomas, me aprietas, y permitimos que florezca la pasión de nuestras mentes, y al quitarnos la ropa, la de nuestros cuerpos. Es tan perverso verte disfrutar lo que haces, mi imaginación trasciende. Yo sin mas, me rindo a este instante frenético, sintiendo que lo demás se esfuma, incluso el tiempo. Tú me envuelves con deseo, me dibujas besos en la piel y te fundes en mi cuerpo.
Minutos sensuales de entrega absoluta, caricias, suspiro e imaginación.
AR