Divina caricia que cae del cielo
Ser universal, única en la especie,
Nadie como tu ama sin celo,
Lo das todo y no pides nada
Lloras mis penas con igual amargura
Y ríes con migo con igual ternura
Gozas con migo con igual placer
Sufres con migo con igual intensidad.
Jamás me abandonas
Dios y tú serán mis guías
Para toda la vida
Me llevan por la senda del bien
Me ayudan a levantar cundo caigo
Y no como otros que mejor ríen
Y se aprovechan de mi desatino
Y me ayudaran a encontrar la senda
Que me trazo el destino
Madre cuanto te quiero
Aunque sé que tú me quieres más
Perdona mis desvaríos
Perdona mis altanerías
Perdona mis lisuras
Perdona mis indiferencias
Perdona mis ausencias
Pero sobre todo perdona
Mis preferencias.
Recibe de parte mía
El máximo galardón
Y en tus sienes una corona
Hecha de gratitud y bendiciones
Que solo gracias ha tu compañía
He podido terminar.
Solo te quiero pedir
No me abandones nunca
Moriría con tu lejanía
Pues ya quien me acompañaría
Con tal lealtad y ternura
Quien me comprendería sin juzgarme
Quien me amaría toda la vida
Dios no te la lleves todavía
Que me faltan años de agradecerle
Que me haya dado la vida
Que me faltan años para arrepentirme
Por las lágrimas que derramo por mí
Que me faltan años para hacerle sentir
Que es toda mi dicha y mi alegría
Que me faltan muchos años de quererla todavía.
Dios llévame en primicia a mí
Porque un dolor así no soportaría
Aunque sé que no soy merecedora de tus favores
Permite que lleguemos juntas al final
Porque si aluna de las dos faltara
La otra de profundo dolor moriría.