Eso que se esconde
ante tus manos
lo que debe parecer un fruto
y es un ocaso...
Eso que va temblando, arrodillado
y se cae ante el llanto
penitente
gris
infesto por tus
indiferencias....
Eso
mutilado cada noche
y roído tras
de las paredes....
Eso que vendrá
un día
sin las ropas
y dirá la libertad
de los temblores....
Eso
dirá soy el corazón
abierto sin distancias
inmortal...
Sandra López Paz
del libro " Nombrar los nombres"