El dulce acorde de guitarra
Ya no es tan hermoso como antes
Las cuerdas ya se han oxidado
La monotonía no ha dejado
Y aquella hermosa canción
Que sonaba y me alegraba la vida
Y con dulzura me sacaba una sonrisa
Ahora me trae recuerdos que llaman a la tristeza
Queriendo bailar conmigo una pieza
Pero al no dejar que me roben mi cautela
Me refugio en la botella
Y caigo otra vez en las tristezas
Y valga la redundancia, volví a caer en ella.
No sé si decir, maldita sea la canción que suena,
O maldito el momento en que la escuche con ella.