Divago entre la bruma de tu olvido
y me deseo de estar contigo.
Quisiera que estuvieses a mi lado
que me protegieras de mi antiguo temor.
Mis noches son largas y muy frías
mi cama es ahora igual que un ataúd,
donde mi cuerpo reposa día a día
pero estoy helada, me falta tu calor.
Escribo y lloro al mismo tiempo
porque mi alma no tiene descanso,
no sé si eres tú a quien necesito
ni sé por qué estoy llorando.
Hoy quisiera no haber despertado,
dormir es como morir poco a poco
y quiero dormir por mucho tiempo
que mi mente finalmente tenga descanso.
Quiero saber es que lo que deseo,
qué es lo que me llena de miedo
saber que tiene al borde del llanto
porque ahora sé no es por tu amor.
Háblame Dios, toca mi corazón
arranca de vida este gran dolor,
si estuviera sola, Señor te pidiera
que la muerte ya por mi enviaras.
Pero hoy estoy obligada a esperar
mientras, sufro sin razón aparente,
lloro por la niña que no pude ser,
por la mujer que no puedo rescatar.