alberpoe

Ciudad de poeta triste


Hoy mi ciudad de poeta

está triste,

sus calles amanecieron grises

con cientos de palabras

atolondradas

que vertidas fueron por quien creí

mi musa,

¡la que hace tiempo esperaba!.

 

Hoy mi ciudad de poeta

está triste,

en las paredes de mi alma

todo se ha vuelto gris,

a mi ex musa

no la reprendo,

no la reprimo

no bebo el más mínimo sorbo de rencor por ella,

solo ¡ay! solo por ella

intento apaciguar

este inmenso apretón de pecho

que me dio su frase: “hasta siempre”,

se volvía como esclava a su pasado

con ese amor de oro falso que nunca la quiso

pero que se sabe dueño de sus terrenos féminos.

 

Hoy mi ciudad de poeta

está triste,

ante esa imagen inesperada

de una mujer toda musa,

de una musa, toda mujer,

que parte sin darme

dirección de su reencuentro,

marchándoseme como se me ha ido

a vivir en su pasado por miedo al futuro conmigo,

sin querer saborear más

la miel que le dan mis sentimientos escritos.

 

Hoy mi ciudad de poeta

está triste,

y no se si botar la llave

de su entrada principal

o guardarla en espera de su regreso

o quizás ponerla en la vidriera de mis ojos

para que otra mujer pueda verla

y quiera hacerla suya

como la musa

que para mi ciudad de poeta quiero.