La preclara soledad estrecha
de un día radiante de luz,
encamina mis pasos hacia
la aventura de tus brillantes ojos,
dos luceros en tu rostro
que lo dicen todo,
tu voz melodiosa inicia
un canto de esperanza,
para mi alocado corazón,
he de perderme en la grácil
figura de tu alegría,
para acompañarte en los
caminos desgastados de la vida,
fiel ternura tus manos
agrandan mi necesidad de amarte,
flagrantes besos dulces
que nublan mi razón,
razón que no me falta nunca
si te tengo junto a mi,
el cristal de tus lágrimas
son la poesía de mi soledad,
verte es perderme en el
infinito devaneo de una tormenta,
amarte es gozar de los placeres
mas allá de lo terrenal,
sin el verbo de tus palabras
solo me guía tu aroma.
… y como puedo vivir
sin amarte…
si tu eres la vital fuerza
que me deja vivir,
si tu eres la noche y el
día de mis sueños,
si tu eres el norte y el sur
de mis pasos,
si tu eres mi semana ordinaria
y mi domingo especial,
si tu eres la única
razón por la que vivo…
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Carlos Dos Santos Daniel