Carlo Enrique

MiƩrcoles 9 de mayo

I

Tus árboles...

Tus árboles están lentos
desgraciados, paupérrimos;
la reunión de sus semejantes
tiene una catástrofe azul y distante.

La muchacha pálida me hace darme cuenta de ello.

Ella ha abandonado sus cosas
y la impresión de códigos en su cuaderno
tiende un puente gnoseológico
de la conciencia al recuerdo,
y todos sabemos que los recuerdos
no son precisamente felices.

Ella quiere murmurar todas las cosas
y todas las cosas murmuran ella.

Es inevitable que miles de niños
mueran todos los días[?]
en sus cunas,
en las autopistas;
tiñiendo sábanas,
perfumando las autopistas.

"[...]en la respiración
de un animal que sueña[...]" Pizarnik


II


Señora, la oscuridad no le
resta la negritud
indómita
a sus ojos.

Digo que si
me pierdo
en la noche, mientras las
más diversas criaturas 
cazan o duermen,
bastaría que usted
despierte.

No diré que al hacer
esto perecerán las bestias
si no las formas
intrincadas
que hacen pugna
en sus pesdillas.

En fin, digo
que
me gustan sus ojos.



Carloenrique