Aunque para los ojos ciegos
día y noche sean gemelos
porque no conocen la luz.
de noche brillan las estrellas
y sin falta día tras día
el cielo se pinta de azul.
y a pesar que treinta monedas
compraron el alma de Judas
para que entregara a Jesús.
¡las monedas no lo valieron!
así tampoco, treinta cielos,
valen tanto como vales tú.