Pacientemente,
esperaré en Dios por ti,
porque eres mi tesoro, mi anhelo
y mi más grande y personal sueño,
porque cada dia que pasa
me enamoro más de ti...
Por eso, ya decidí y esperaré por ti,
en mansedumbre y paz
porque eres el hombre,
que toda mi vida soñe,
porque ya es tarde para renunciar,
porque me he enamorado,
como nunca en la vida,
con un amor afin en espíritu y en verdad...
Y supe que te amaba,
desde antes de conocerte así
como te conozco hoy, mi amor,
porque mi alma se ligó a ti
y mi corazón intuyó
que tu debías ser para mi...