Rencor: semilla rancia de nubes; fruto de antaño;
tu trazo acuchilla estridente,
tu trazo viene de lejos; se prolonga largo.
Obnubilas mientras entretejes.
Ensordecen tus chillidos, castra prestarte atención,
al entendimiento crucificas
devota de leyes impías,
revientas cualquier mullido colchón.
Cuando el amor existe, te deshinchas, pereces.
Despiadado la vida agujereas,
ruin roes con ruidos oxidados
Punzantes son los aguijones
que da la carne oscura de tu parto.
Detrás de tu veneno ingrato
esta la desidia del capricho
argumentando postreros actos.
Rencor: alimaña del alma.
Rencor, sufres tan maldito,
que hasta eres enemigo acérrimo
del querer de familia y amigos.
Pobre del que se cubre con la tuya riqueza,
pues los collares y amuletos que impones
le hacen esclavo, vistiendo
su corazón con harapos.
La cicatriz de tu rostro delata,
los desatinos que provocan guerra.
Que tus señas son el furor del hierro,
y tu impronta la muerte o la herida,
el castigo del puño o el chasquido del látigo.
318-omu G.S. (BCN-2012)