In Finem
Soy la nota que Beethoven no escucho,
El problema que Einstein no resolvió,
Lo que el recuerdo no pudo borrar.
Mas aquí estoy, estático como la corriente,
Frio como el sol, sin brazos que tender,
La música vacía de imágenes derramándose de mis tactos,
Y vos, tan apagada como las vegas por la mañana,
Sin ruido ni peso que oiga tu caos de delirios cansados,
Sin gota de sangre viva.
El fuego no quema, dentro del agua que no moja
Porque seduciendo la muerte encuentro la vida,
Sintiendo la aflicción de tus caricias
Con suavidad de plumas desgarradoras.
Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro me miro,
Esa mirada muda, tenue al espejismo llena de vacio
Gritando desde lo más profundo de mi universo,
Mi cuerpo, mi casa, sin ventanas ni puertas pero con eco,
Eco… eco… eco resonante en mi nuca como si
Los martillos suaves agitaran su acero en tus sarnosas entrañas.
Resumiendo mi existencia a una ausencia donde
No estoy pero los demás me ven, encerrándome aun más
Hacia el fin.
PD: los versos subrayados son extracciones de un poema de: "nocturno en que nada se oye" de Xavier Villaurrutia.