Luisa Arias Soto

LA HERIDA MÁS GRANDE ES PERDERTE...III PARTE.

Mi corazón orgulloso se niega a una tregua

y tu arrogancia incierta lo lastima también…

 

¿Por qué tanto orgullo a lo que puede ser hermoso?

 ¿Por qué tanta trama?

si al final llorare sola viendo cómo te marchas,

como se consumen mis ganas de vivir,

poniéndole un  castigo a lo que siento alejándote de mí.

 

¿Por qué hacer todo tan difícil?

Dentro de las peleas te aprendí a querer,

dentro de mi alma te espere tantas veces

que resignarme a la perdida no es parte de lo que ella acostumbra.

 

Contigo rompí esquemas que ahora son inútiles de restablecer,

 contigo comprendí que el tratar de escuchar las estrellas no es solo de locos,

que mis besos saben mejor en tu boca,

ya que en tus labios toman un sabor especial,

son más dulces si se acompañan de un abrazo

con una melodía de fondo donde podríamos bailar sin baile

más que el de esta pasión que te extraña y que sin embargo,

pide olvidarte y sanar las heridas…

Siendo la herida más grande perderte…