No quiero ir a la escuela
ni participar de las manualidades;
no quiero estar la mañana entera
homenajeando a las madres.
No es que yo haga alarde
de indiferencia y rebeldía
por no dibujar a mi madre
cuando se celebra su día.
Y no es que yo no la quiera
porque estaría mintiendo,
ella siempre es la primera
que yo tengo en mi recuerdo.
Lo que pasa señora maestra
es que siento desconsuelo
y no quiero hacer tarjeta
porqué mamá está en el cielo.
Tal vez cuando ya supere
el dolor que me atormenta
volveré de nuevo con ustedes
se los dejo de promesa.
Y entonces ya renovado
haré un poema bien grande,
tiernamente dedicado
al recuerdo de mi madre.
Alejandro J. Díaz Valero