Si acaso ves que mi sonrisa
se transforma en mueca,
si acaso ves que de mis ojos
ya no brota el brillo,
descuida, pobre iluso,
no es por ti.
Si acaso ves que mi rostro
de tristeza se ha vestido,
si acaso ves que mis pasos
han perdido su andar decidido,
descuida, pobre iluso,
no pienses que es por ti.
Si acaso ves que mi frente
se empieza a surcar de arrugas,
no creas que es sufrimiento;
es que hay en mi vida
tan felices momentos,
que la risa no basta
para abatir mi alegría.
Si acaso tus ojos llegan
a mirar lo que hay escrito,
te diré: No has sido tú pobre iluso;
en verdad que hace tiempo ya no río,
en verdad que mucho he llorado,
de tristeza en una máscara
mi rostro se ha convertido.
Más pretendo disipar
con caricias e ilusiones nuevas
el dolor que tu partida me ha dejado,
así que. . . pobre iluso,
lo de hoy. . . no es por ti.
NM de la Rosa