Es una tarde de domingo
Hace calor,
pero tengo mis fríos taciturnos
sentados en el parque
Ocurre que uno puede llegar a introducir la cabeza
entre historias de mecedora
como áncora de canas
Ha ocurrido sin embargo
que me asaltan vivencias
exquisitamente tergiversadas
por la confianza en el mañana
Simplemente decimos
- no puede ser -
pero la indubitable presencia de lo que es
aprisiona el dolor
y la tristeza se dobla sobre la angustia
Veo las calles muertas
los árboles muertos
edificios muertos
y allí estoy
con un responso
en el rostro
por tu insufrible
ausencia de mi vida.
*Derechos reservados © JULIO STOUTE (JUSTO ALDÚ), prohibida su venta, distribución y reproducción total o parcial sin permiso expreso del autor. Producción literaria protegida por SAVE CREATIVE. Mayo 2012