Cuando Jesús en mi mora, el aire denso se torna suave, las nubes negras
Mis ojos no disciernen. Las estrellas se multiplican en el cielo nocturno, yo ya no soy el mismo.
Ayer he caído en el abismo de las tinieblas, mas él con garra de consuelo me ha sacado.
Por su gracia me ha redimido. Con gozosos canticos he de alabarle. Hoy me ha sanado
Cuando Jesús en mi mora, el viento toca mi rostro con tierna serenidad, con júbilo he
De alabarle. De lagrimas mis ojos se habían inundados pero por su gracia me ha consolado.
Jesús hoy en mi mora, lo hostil del mundo no ha de herirme, por cuando he llorado,
Mas él me ha consolado. Grande es su amor para con los hombres. Jesús en mi mora.
No deseo vacilar cuando frente a las tentaciones esté, mas erguirme en su nombre.
Mi mente incrédula de mi sacaré, renovación demandaré, él morará en mí.
En este mundo eterna felicidad no espero, pero consuelo cuando invoque su nombre hallaré.
Ahora Jesús mora en mí, con gozosos canticos he de alabarle.