La sombra de mi cuerpo se confunde,
y se mezcla con la gente y la nada
quedándose por el mundo extraviada
en aguas negras y profundas se hunde.
El tiempo sobre mis manos se funde,
se pierde la mirada tan cansada
silente queda la luz apagada,
y de rayos plata el pelo se cunde.
Los pasos se aceleran con los años,
y ya el corazón se va haciendo viejo
tan solo van quedando viejos sueños.
Mirándome frente a frente a mí espejo
todo es diferente y se ven extraños
solo conozco al viejo del reflejo.