Con rostro lloroso
la pequeña Elisa
se ha ido al pozo
de la dulce dicha.
nuestra susodicha
tiene una pena,
pues su amiga Elena
traicionó su amistad;
y a decir verdad
ella la perdona
y no le cuestiona
la deslealtad.
Elisa sin maldad
tan sólo quiere
que Elena juegue
sin gesto rencoroso
y en el alborozo
Si ella se descuida
Empujará a la amiga
al fondo del pozo.
Hay perdones disfrazados
que sólo buscan venganza…
Tan pronto se acercan al perdonado,
entonces lo atacan.
AUTOR: Alejandro J. Diaz Valero
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Maracaibo, Venezuela